Javier Milei consolida su control político en Argentina con jubilaciones
El presidente argentino logra mantener el veto a la ley de jubilaciones a pesar de las protestas y presión de la oposición
El miércoles, el presidente argentino Javier Milei logró una significativa victoria política al impedir que el Congreso revocara su reciente veto a la ley de reforma del sistema de jubilaciones y pensiones. La normativa, aprobada por la oposición a fines de agosto y vetada por Milei el 2 de septiembre, buscaba aumentar las pensiones y ajustar su indexación en respuesta a la alta inflación, que actualmente alcanza el 236 por ciento anual.
Durante la sesión en el Congreso, la oposición no logró reunir los votos necesarios para contrarrestar el veto presidencial. Con 153 diputados a favor de insistir en la ley, 87 en contra y 8 abstenciones, los opositores no alcanzaron el umbral de dos tercios requerido, que es de 166 votos, para revertir la decisión de Milei. Así, el veto presidencial se mantuvo y la ley quedó rechazada.
El contexto de esta votación estuvo marcado por una notable tensión. Mientras se desarrollaba la votación en el Congreso, sindicatos y organizaciones sociales realizaron protestas en las inmediaciones, demandando un incremento en las pensiones. Los manifestantes argumentaron que la ley vetada era crucial para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados en un país afectado por una inflación descontrolada.
Milei, un presidente de orientación ultraliberal, ha enfocado su mandato en la reducción del déficit fiscal y el recorte del gasto público. Argumentó que la ley de jubilaciones, al imponer un aumento en los haberes jubilatorios y una actualización automática según la inflación, agravaría el desequilibrio fiscal del país. Además, el gobierno advirtió que la implementación de estas medidas podría resultar en mayores niveles de deuda, inflación y pobreza en el futuro.
La normativa que Milei vetó incluía no solo un aumento inmediato de las pensiones, sino también un mecanismo de actualización mensual y una cláusula para ajustar los haberes si el promedio de salarios superaba la inflación anual. Estas medidas fueron vistas por el gobierno como una amenaza para la estabilidad fiscal, que ya está en una situación crítica.
A pesar de las advertencias del presidente, los opositores manifestaron su intención de persistir en su demanda por un incremento en las pensiones, destacando el impacto devastador de la inflación en la calidad de vida de los jubilados.
Con esta decisión, Milei refuerza su posición en el Congreso y reafirma su compromiso con una política de austeridad fiscal, mientras enfrenta un creciente descontento social y económico. La situación subraya el desafío de gobernar en un contexto de alta inflación y creciente presión de sectores que demandan medidas más contundentes para proteger a los más vulnerables.