Protestas y clamor por la paz en el Grito de Independencia de Tuxtla Gutiérrez

El gobernador Rutilio Escandón enfrentó el rechazo de los asistentes debido a la creciente violencia en el estado
Durante la celebración del Grito de Independencia en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, una notable protesta interrumpió el evento. Pasadas las 11 de la noche, cuando el gobernador Rutilio Escandón Cadenas ondeaba la Bandera Nacional y tocaba la campana desde el palco del palacio de gobierno, cientos de asistentes comenzaron a corear ¡Queremos paz! ¡Queremos paz! en señal de su creciente frustración con la situación de seguridad en la región.
El malestar de los presentes se manifestó tras la arenga del gobernador, en la que Escandón Cadenas había expresado su apoyo a los héroes históricos, la Cuarta Transformación, y temas de justicia social como los derechos humanos y la lucha contra la corrupción. Sin embargo, sus palabras contrastaron con la realidad de violencia que afecta a Chiapas, especialmente en áreas dominadas por cárteles de la droga.
La violencia ha escalado en los últimos tres años debido a la disputa entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa por el control del territorio para el tráfico de drogas, personas y armas. Esta situación ha llevado a la suspensión de ceremonias del Grito de Independencia en diversas poblaciones de la sierra y frontera, así como en los municipios de Villaflores y Villacorzo.
En días recientes, varias comunidades desplazadas, como las de Chicomuselo, han comenzado a regresar a sus hogares, aunque con gran cautela. Muchas de estas localidades se encuentran semivacías y los residentes han informado que el retorno es a menudo forzado, con el temor de tener que participar en bloqueos y otras acciones debido a la violencia.
Además, en la región de Frontera Comalapa, que limita con Chicomuselo, los residentes han alertado sobre el avance del Cártel de Sinaloa. Los enfrentamientos entre cárteles continúan, generando un ambiente de constante inseguridad. Las balaceras y los enfrentamientos armados han llevado a la instalación de retenes en la carretera de la Sierra, entre Amatenango y Frontera Comalapa.
Los habitantes de estas regiones subrayan que la escasez de víveres y la inacción de las autoridades de los tres niveles de gobierno han agravado la situación. A pesar de los esfuerzos por parte de la población y de los líderes locales para controlar la situación, el clamor por la paz y la seguridad sigue siendo una prioridad urgente para los chiapanecos.