Un cumpleaños complicado

Brigitte Bardot, la icónica estrella del cine francés, se muestra fatigada ante la atención que recibe por su inminente cumpleaños. "Estoy harta de ese cumpleaños. Afortunadamente no cumplo 90 años todos los días", comenta desde su hogar en Saint-Tropez.

La ex actriz ha dedicado su vida a la defensa de los animales y espera ver la abolición del consumo de carne de caballo en Francia, un deseo que ha expresado durante cinco décadas. "Habría sido un regalo maravilloso", dice sobre esta meta que aún no se ha logrado.

La soledad elegida

Bardot destaca que su felicidad proviene de su conexión con la naturaleza y su retiro del mundo humano. "Huyo de la humanidad y tengo una soledad silenciosa que me sienta muy bien", afirma, revelando una perspectiva introspectiva sobre su vida.

Aunque es recordada como un ícono del cine de los años 60, Bardot asegura que ha superado esa etapa de su vida. "Estoy muy orgullosa de la primera parte de mi existencia", dice, refiriéndose a su carrera y cómo le ha ayudado en su lucha por los animales.

La activista expresa su desilusión con el mundo político, lamentando la falta de acción en torno a la protección animal. "Me gustaría tener un resultado antes de dejarlos a todos ustedes, definitivamente", señala con determinación.

Al abordar su edad, Bardot manifiesta una sorprendente indiferencia. "¡A mí no me importa la vejez! Ni siquiera la vi llegar", confiesa, mostrando una actitud positiva y enfocada en el presente.

Finalmente, Bardot expresa su preocupación por Paul Watson, el activista detenido en Groenlandia. "Es un problema gravísimo, que me hace sufrir mucho", concluye, resaltando su compromiso continuo con la defensa de los animales.