El peso de la historia y la presión actual

En un contexto lleno de emociones y recuerdos, Javier Aguirre se prepara para enfrentar a Estados Unidos en un partido crucial. Desde aquel último triunfo de México sobre su rival en septiembre de 2019, Aguirre ha sido testigo del desmoronamiento del dominio mexicano en el clásico de Concacaf. Con su mente aún marcada por la dolorosa derrota en Corea-Japón 2002, donde su equipo cayó 2-0, Aguirre enfatiza el desafío emocional que enfrenta su selección: Fue la peor derrota de mi carrera. Esa fue la noche más terrorífica.

Las rachas negativas en las eliminatorias y las finales han dejado una huella profunda en el equipo. Empates recientes en el estadio Azteca y la Universidad de Phoenix son los únicos respiros en un panorama donde Estados Unidos ha tomado la delantera. Aguirre busca que sus jugadores muestren carácter y valentía ante la presión del público, afirmando: Quiero ver quién, ante el silbido de la propia afición, tiene los arrestos para estar en la selección.

Bajas rival y un homenaje especial

A pesar de las bajas significativas en el equipo estadounidense, como Christian Pulisic y Weston McKennie, el técnico argentino Mauricio Pochettino se muestra optimista. Resalta que los procesos requieren calma, una perspectiva que contrasta con la urgencia de resultados que se siente en México. En México los resultados tienen que haber sido para ayer, no para mañana, señala, recordando que este partido no es una final de Copa del Mundo.

Además, el encuentro será un homenaje al cinco veces mundialista Andrés Guardado, quien disputará su último partido con el Tricolor. Guardado, apodado el Principito, comparte su visión sobre la presión que conlleva representar a México, sugiriendo que es un privilegio en lugar de un sufrimiento. Aguirre lo ha invitado a formar parte de su cuerpo técnico en el futuro, destacando el legado que deja en el equipo.

Con boletos agotados y la afición lista para apoyar al Tri en el estadio Akron, Aguirre y su equipo están ante una oportunidad no solo de restaurar la confianza en la selección, sino de rendir homenaje a un ícono del fútbol mexicano en un duelo que promete ser histórico.