Medidas buscan aliviar la deuda local y estabilizar la economía

Este viernes, el gobierno chino desveló un paquete de deuda de 10 billones de yuanes (aproximadamente 1.40 billones de dólares) con el objetivo de aliviar las tensiones de financiación de los gobiernos locales y estabilizar el debilitado crecimiento económico del país. La iniciativa llega en un momento crítico, mientras China se enfrenta a nuevas presiones, especialmente por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

El paquete de deuda anunciado marca un alejamiento de las políticas de estímulo directo que China ha implementado en el pasado para reactivar su economía. En lugar de inyectar dinero directamente en la economía, el gobierno se enfoca en reparar los balances municipales a largo plazo. Según el ministro de Finanzas, Lan Foan, se espera que continúen los estímulos, aunque algunos analistas sugieren que Pekín podría estar conteniendo recursos hasta que Trump asuma el poder oficialmente en enero de 2025.

Medidas de apoyo a las exportaciones y las empresas

En una aparente respuesta a los riesgos comerciales derivados de las elecciones estadounidenses, el gobierno chino también aprobó una expansión de la cobertura del seguro de crédito a la exportación e intensificará el apoyo a las empresas comerciales. Estas medidas buscan mitigar las presiones sobre el comercio exterior ante la creciente incertidumbre provocada por la política económica de Trump.

Tensiones fiscales y desafíos estructurales

El paquete de medidas está diseñado para abordar los problemas de endeudamiento de las administraciones locales, que enfrentan altos niveles de deuda y una caída en los ingresos, exacerbada por la crisis inmobiliaria desde 2021. Las tensiones fiscales, junto con la reducción de los ingresos por ventas de terrenos a desarrolladores, han dificultado el cumplimiento de los objetivos de crecimiento económico de China, que se estiman cercanos al 5% para 2024.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su amenaza de imponer aranceles de hasta el 60% a todos los productos chinos ha puesto a los exportadores en alerta. Los analistas advierten que tales aranceles podrían reducir aún más los márgenes de beneficio de los exportadores chinos, afectando el empleo, la inversión y el crecimiento económico. Además, estos aranceles podrían intensificar las presiones deflacionarias, al empeorar el exceso de capacidad industrial de China.

El paquete también incluye un aumento de la cuota de endeudamiento de los gobiernos locales, con 6 billones de yuanes adicionales durante los próximos tres años, y autoriza a los municipios a emitir otros 4 billones de yuanes en los próximos cinco años. Estas medidas están diseñadas para abordar lo que Pekín denomina "deuda oculta", que hace referencia a los préstamos y créditos no oficiales utilizados por los vehículos de financiación de los gobiernos locales.

Este conjunto de medidas refleja los esfuerzos del gobierno chino para enfrentar sus retos internos mientras navega en un entorno internacional cada vez más incierto.