Momentos de terror en la escuela Eduardo Caldera

Los estudiantes de la escuela primaria Eduardo Caldera, ubicada en el sector Villa del Real de Culiacán, vivieron una experiencia aterradora cuando balazos se escucharon a solo siete cuadras del plantel. Aunque los disparos duraron solo un minuto, el impacto emocional en los niños fue profundo, dejando a muchos preocupados y con los ojos llenos de incertidumbre.

Durante el tiroteo, los niños permanecieron tirados en el suelo, siguiendo las instrucciones de sus maestros para protegerse. Al cesar los disparos, algunos alumnos se levantaron con nerviosismo, mientras otros trataban de entender lo ocurrido. Las risas nerviosas y los comentarios entre ellos reflejaban la confusión de una situación que jamás deberían haber experimentado.

Protocolos de seguridad y respuesta institucional

Tras el incidente, los maestros implementaron el protocolo de seguridad. Los padres acudieron rápidamente al plantel para recoger a sus hijos, mientras que el resto de los estudiantes permanecieron resguardados. El director de la escuela explicó que las autoridades educativas, a pesar de las amenazas, los han obligado a continuar con las clases presenciales, aunque no descartan la opción de volver a la modalidad en línea si la violencia persiste.

A pesar de la lejanía del tiroteo respecto al plantel, la violencia llegó como una sombra a la escuela. Las detonaciones, provenientes de armas largas, resonaron en el aire y dejaron una huella imborrable en las mentes de los niños y maestros. En un contexto de creciente violencia en Culiacán, este episodio refleja la grave inseguridad que afecta la vida cotidiana de las familias y las instituciones educativas de la ciudad.