En una inspección a una funeraria que había sido clausurada y estaba bajo escrutinio legal en Azcapotzalco, se encontraron restos humanos cerca del área de cremación. El descubrimiento está vinculado con la desaparición de dos individuos vistos por última vez en ese lugar.

El operativo, realizado por agentes de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, tenía como objetivo inicial entregar a los familiares las cenizas almacenadas en el predio ubicado en Avenida Camarones 553, colonia Santa Maria Maninalco. Sin embargo, al realizar la inspección, los agentes encontraron restos humanos detrás del área de cremación, acompañados de un olor fétido y preparados con químicos de embalsamamiento, además de otros restos en contenedores negros.

Los agentes de la FGJ retiraron del sitio tres contenedores negros, una bolsa roja y una camilla con restos humanos dentro de una bolsa blanca, como parte de las diligencias.

Desde junio de 2023, la funeraria ha estado bajo investigación por su posible conexión con la desaparición de dos personas. Ismael, el propietario, ha sido acusado en relación con la desaparición de Luis Antonio, un hombre de 52 años que había ido a vender una motocicleta al establecimiento, y Ladislao Vitoria, una anciana que residía cerca del lugar. Ambos fueron vistos por última vez en las instalaciones.

Grupos de búsqueda compuestos por familiares de personas desaparecidas han solicitado a la Fiscalía la reapertura del caso, particularmente preocupados por Ladislao, cuyo paradero aún es desconocido, planteando la posibilidad de que sus restos se encuentren en la funeraria.

Familiares de Ladislao, que también se presentaron en la funeraria, señalaron que fue vista por última vez en esa ubicación. La cercanía de su domicilio al lugar ha aumentado la preocupación y la urgencia por esclarecer el caso.