El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, manifestó en una reciente entrevista con el canal australiano SBS, que no se arrepiente de la decisión de asaltar la Embajada de México en Quito para capturar a Jorge Glas, exvicepresidente bajo el gobierno de Rafael Correa, a quien México había otorgado asilo.

"No me arrepiento", declaró Noboa en la entrevista, marcando su primera aparición pública desde el comienzo de la crisis diplomática con México. Ante las críticas internacionales por violar la inviolabilidad de una misión diplomática, el presidente reconoció que fue una elección complicada pero necesaria, acusando a México de iniciar la violación de las convenciones internacionales.

Según Noboa, el gobierno mexicano cometió la primera infracción al conceder asilo a Glas, a quien se le atribuían planes de fuga. "Era esencial actuar; estábamos informados de un plan de escape y teníamos que tomar una decisión", explicó.

El presidente también criticó la práctica de usar embajadas como refugios políticos, lo que a su juicio se convierte en impunidad. Recordó que la Convención sobre Asilo de Caracas prohíbe ofrecer asilo a individuos procesados por delitos comunes en tribunales ordinarios.

Glas, quien enfrenta una orden de detención y prisión preventiva por un caso de malversación relacionado con las obras tras el terremoto de 2016, también debe cumplir una sentencia de ocho años por cohecho y asociación ilícita, con cerca de cinco años ya cumplidos cuando fue liberado temporalmente a fines de 2022.

"Jorge Glas tenía una sentencia y debía estar en prisión. Él tuvo un juicio justo", aseguró Noboa. Glas, quien ha rechazado constantemente las acusaciones y denuncia ser víctima de 'lawfare', fue arrestado en la Embajada y pese a un fallo que declaró ilegal la detención, sigue encarcelado con sentencias pendientes en varios casos, incluyendo el caso Sobornos y el escándalo Odebrecht.