Reglamento de salud y publicidad: un balón en la corte

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se apresta a discutir un proyecto de sentencia que defiende la congruencia del Reglamento de Salud en materia de publicidad con la Constitución de la República. Este reglamento establece la obligación de las empresas de obtener el permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) antes de transmitir anuncios de alimentos y bebidas no alcohólicas, con el fin de proteger el interés superior de niños y adolescentes.

El debate surge a raíz de una demanda de amparo interpuesta por Televisión Azteca, que argumenta que el reglamento limita su libertad comercial y afecta la competencia económica al discriminar en la venta de espacios publicitarios. Sin embargo, el proyecto a cargo de la ministra Lenia Batres enfatiza que las regulaciones están alineadas con la Ley General de Salud y buscan garantizar información adecuada para que los consumidores tomen decisiones informadas.

La vulnerabilidad de niños y adolescentes

El Poder del Consumidor ha resaltado la importancia de esta regulación, indicando que, más allá de los intereses comerciales, se debe priorizar la salud y el bienestar de la infancia. Según la abogada Chantal Reyes, es fundamental que la SCJN resuelva a favor de la salud pública y los derechos de los menores, similar a su intervención en casos sobre etiquetado de alimentos.

Ana Larrañaga, activista del mismo organismo, enfatizó que los niños, por su desarrollo cognitivo, son especialmente susceptibles a los mensajes publicitarios. "El 93% de la publicidad dirigida a la infancia es de productos con altos niveles de sal, azúcares y grasas, responsables de la epidemia de sobrepeso y obesidad en el país", advirtió.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022 revela que la mitad de los niños de 6 a 11 años y adolescentes consumen botanas, dulces y postres en lugar de verduras y leguminosas. Esta situación se agrava por la publicidad omnipresente en medios de comunicación y espacios públicos.

Por esta razón, las activistas subrayan la necesidad de una regulación más estricta en la obtención de permisos para la difusión de publicidad en plataformas diversas, como televisión abierta, salas de cine e internet. La protección de los menores en este contexto es crucial para mitigar el impacto negativo que la publicidad puede tener en sus hábitos alimenticios y salud general.