Después de siete semanas, se pone fin a la huelga en Boeing

Los trabajadores de la fábrica de Boeing en la costa oeste de Estados Unidos han aceptado una nueva oferta de contrato, poniendo fin a una huelga que paralizó gran parte de la producción de aviones de la firma y afectó gravemente su estabilidad financiera. La huelga, que duró siete semanas, comenzó el 13 de septiembre y fue impulsada por demandas de aumentos salariales y mejores condiciones laborales. La aceptación del nuevo contrato fue respaldada por el 59% de los afiliados al sindicato, marcando el final de un conflicto laboral que dejó secuelas económicas para la compañía.

La nueva oferta de contrato para los trabajadores incluye un aumento salarial significativo del 38% en el transcurso de cuatro años, una medida que alivia parte de la presión sobre Kelly Ortberg, presidente ejecutivo de Boeing, quien ha enfrentado varios desafíos en las últimas semanas. En especial, la firma había sufrido el rechazo de dos ofertas anteriores por parte de los trabajadores.

La huelga de la mayor organización sindical de Boeing, el sindicato de maquinistas, fue la primera de este tipo en 16 años. Durante el paro, aproximadamente 33 mil empleados, muchos de los cuales trabajan en la fabricación de los populares aviones 737 MAX, así como en los modelos 767 y 777, se unieron a las protestas para exigir mejores condiciones salariales y la restauración de una pensión que perdieron hace una década.

Impacto en Boeing: crisis financiera y turbulencias

La huelga, que tuvo un impacto directo en la producción de los aviones más vendidos de Boeing, afectó la capacidad de la compañía para cumplir con los plazos de entrega y exacerbó una ya delicada situación financiera. Boeing ha enfrentado una serie de contratiempos desde que uno de sus aviones 737 MAX se estrelló en enero, lo que afectó seriamente la reputación de la empresa.

Las acciones de Boeing, sin embargo, mostraron signos de recuperación tras el anuncio de la ratificación del acuerdo. En las operaciones previas a la apertura de la sesión de este martes, las acciones subían casi un 1.7%. La resolución del conflicto laboral es vista como un paso positivo hacia la estabilización de la firma, aunque aún quedan desafíos por superar.

Jon Holden, principal negociador del sindicato, celebró el resultado del voto y destacó que el acuerdo representaba una victoria para los trabajadores, permitiéndoles regresar al trabajo con "la cabeza bien alta". "Ahora nos toca volver al trabajo", señaló Holden a sus afiliados. Por su parte, el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, expresó su satisfacción por el acuerdo, agradeciendo a los empleados y resaltando la importancia de "volver a la excelencia" que definió a Boeing en el pasado.

El fin de la huelga llega en un momento crítico para Boeing, una compañía que ha tenido que lidiar con una serie de dificultades en los últimos años. Además del impacto de la huelga, Boeing sigue lidiando con las repercusiones del desastre del 737 MAX, que ha afectado su imagen y sus resultados financieros. Sin embargo, con la firma del nuevo acuerdo, la empresa espera retomar la producción de sus aviones con mayor estabilidad, lo que podría permitirle recuperar terreno y enfrentar los retos económicos de los próximos meses.