Greenpeace exige revisar contrato del Tren Maya por fauna nociva

04 de diciembre del 2024
Greenpeace exige revisar contrato del Tren Maya por fauna nociva

Greenpeace México urgió este martes a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) revisar el contrato de 9 millones de pesos firmado entre el gobierno federal y la empresa Susoma Soluciones Ambientales. Este acuerdo establece el manejo de fauna nociva para las operaciones ferroviarias del Tren Maya, lo que implicaría la captura, ahuyentamiento o incluso sacrificio de especies silvestres como el jaguar, tapir y venado.


Controversia por el manejo de fauna en la selva maya


Carlos Samayoa, campañista por la Selva Maya en Greenpeace, destacó la necesidad de revisar el contrato TM-CGRMSG-SVS-0200/204 otorgado por Tren Maya, S.A. de C.V. a Susoma Soluciones Ambientales. Este contrato, que cubre siete tramos de trabajo desde Palenque, Chiapas, hasta Escárcega, Campeche, ha generado controversia debido a su enfoque sobre el control de fauna, lo que podría permitir clasificar a especies nativas como peligrosas para las operaciones del tren.

Greenpeace cuestionó la clasificación de animales como el jaguar, el tapir y el venado como fauna nociva. Además, se menciona un apartado del contrato que permite el sacrificio de estas especies bajo la Norma Oficial Mexicana 033-SAG/ZOO-2014. La organización señaló que el uso de estrategias como feromonas, ruidos, pirotecnia y trampeo sistémico pone en riesgo a la biodiversidad de la región, desplazando a las especies y alterando sus hábitats naturales.


Revisión urgente para proteger la biodiversidad


La organización ecologista instó al gobierno mexicano a reconsiderar su enfoque y tomar medidas más efectivas para la protección de la biodiversidad en la Península de Yucatán. Samayoa subrayó que las políticas públicas deben enfocarse en preservar los hábitats naturales y garantizar corredores biológicos para las especies que habitan la región, muchas de ellas en peligro de extinción.

La fauna no puede ser clasificada como nociva en su propio hábitat, insistió Greenpeace, criticando las estrategias del Tren Maya que, según la organización, van en contra de los principios de protección de la biodiversidad. La propuesta de usar métodos como el tranquilizado con dardos o la captura en trampas tipo Tomahawk podría alterar gravemente los ecosistemas locales, poniendo en peligro tanto a la fauna como a la integridad ecológica de la región.

Greenpeace concluyó que la única manera de lograr una verdadera protección de la biodiversidad en la región es que las políticas públicas se orienten hacia la conservación de los hábitats naturales y la creación de corredores biológicos seguros para las especies que dependen de la Selva Maya.

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